Se dice
que la variedad Malbec sería originaria de Cahors, Quercy o La Touraine, en el Sud Oeste
de Francia. Allí se lo conoce principalmente como Cot, pero son varios los
sinónimos, tales como Auxerrois, Cot de Bordeaux, Cahors y otros. Antigüamente se
lo conocía como el “vino negro de Cahors”.
Jean
Michel Boursiquot, profesor de la Escuela Nacional Superior de Montpellier, basado
en un trabajo de investigación genética sobre más de 2.300 variedades ha
demostrado que el “malbec” o “cot” desciende del “magdeleine noir de Charantes”,
que es una variedad muy antigua usada como uva de mesa en el Medioevo y su
padre sería un viejo cepaje de la zona, el Prunelard N. Este último aún se
puede encontrar en la zona de origen, especialmente en Gaillac.
El “cot” o
“malbec” fue muy difundido durante el siglo XVII, XVIII y especialmente el XIX.
Por sus características enológicas viajó hasta Libourne. El Dr. Pressac lo
llevó a Saint-Émilion y Malbeck lo introdujo a Santa Eulalia de Amberes. Así
tomó el nombre con el que lo conocemos.
En 1852
esta variedad es traída a Argentina por Michel A. Pouget, Ingeniero Agrónomo
francés radicado en Chile. Domingo F. Sarmiento, en uno de sus viajes al vecino
país, quedó asombrado por el saber, las nuevas técnicas y especies que Pouget
tenía en Chile y por ello sugirió a Pedro Pascual Segura, gobernador de Mendoza
que lo contratara. Así Michel A. Pouget llega a la provincia de Mendoza en 1852
y con él todas las especies, técnicas e innovaciones que llevó a Chile.
Se lo
conocía como la “uva francesa”, aunque esta denominación incluía otros cepajes
de ese origen como Tannat y Petit Verdot, constituyendo la base de los vinos
tintos de la región.
En la Argentina tenemos DOC
(denominación de origen controlada) para el Malbec en algunas regiones. Esta
denominación protege el nombre de la zona y obliga a los productores a mantener
un alto nivel de calidad en los vinos.
Malbec
Luján de Cuyo es la primera Denominación de Origen (DOC) de América. El Malbec de
esta sub-región presenta un color muy intenso y oscuro de tipo rojo cereza que
puede llegar a parecer casi negro. En Luján de Cuyo encontramos un vino de
expresión mineral, haciéndose notar particularmente la fruta negra y las
especias dulces.
Mientras
que en Tupungato, Tunuyán y San Carlos (Valle de Uco), la expresión del Malbec
es más elegante, mostrando notas especiadas y florales bien marcadas.
En la Patagonia (Neuquén y Río
Negro) nos encontramos con un clima levemente más frio y alturas menos extremas,
lo que hace que la baya retenga acidez, y se produzcan en el vino notas de
frutas negras maduras en combinación con un marcado acento mineral.
Los del
norte argentino (Salta y Catamarca) presentan aromas de fruta roja y negra bien
madura, pimienta negra, pimentón y una estructura muy sólida con taninos firmes
y dulces.
En boca el
Malbec es cálido, suave y dulce, con taninos que no son agresivos. Cuando se le
añeja en madera, adquiere tonos a café, vainilla y chocolate.
¡Y por más
extraño que parezca, el Malbec tiene su día el cual se celebra mundialmente
todos los 4 de abril!
Maridaje: El
Malbec acompaña muy bien a carnes rojas, carnes a la parrilla, quesos duros y
pastas con salsa de tomate.
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