viernes, 6 de marzo de 2015

COSECHA TARDÍA... UNA DULCE SENSACIÓN



Seguramente, alguna que otra vez, habremos probado o bebido un vino “cosecha tardía”, ya sea porque alguien nos incitó a degustarlo o bien por mera curiosidad. También, con seguridad, muchos se habrán preguntado qué es un “cosecha tardía”, de dónde proviene o cómo se obtiene.
Los cosecha tardía (late harvest) son vinos dulces que se producen dejando las uvas más tiempo del necesario en la planta para que se comiencen a deshidratar y de esa forma concentren su azúcar. Se elaboran con uvas que sobremaduraron en la planta. No se las cosecha en el momento en que están óptimas para elaborar un vino, sino que se las deja en la planta por más tiempo.
Un cosecha tardío es también, por lo tanto, un vino dulce natural. A causa de la menor cantidad de “jugo” que tendrá la uva, se necesitará mayor cantidad de uvas para la elaboración.
Sin embargo, existe una leve diferencia entre el “dulce natural” y el “cosecha tardía”. Las uvas para un “vino dulce natural” se cosechan junto con las demás, en cambio para un “cosecha tardía” se cosechan un tiempo después; como su nombre lo indica.
Será el bodeguero o el enólogo quien se encargará de decidir cuál es el momento indicado para cosechar las uvas.

Existen gran variedad de vinos de este tipo: el “Sauternes” es el rey de los vinos dulces de Francia, le siguen los Tokajis y los Icewines, y en nuestro país este auge viene creciendo a paso firme. Las uvas que más se usan son Chardonnay, Semillón, Sauvignon Blanc, Viognier y Torrontés.
El color del vino es casi siempre amarillo dorado intenso, son mucho más espesos que los vinos blancos comunes y se sirven fríos pero no demasiado.
 
En el siglo XIII, Arnaud de Villeneuve fue el primero en conseguir destilar alcohol de vino según recetas árabes, en el sur de la actual Francia.
Con esta "eau de vie" siguió experimentando y descubrió que la adición de alcohol al mosto interrumpe la fermentación, conservando azúcares naturales del vino.
Así nació el "vin doux naturel" o vino dulce natural que fue un éxito total durante toda la Edad Media.
Hoy en día, como hemos relatado, la producción de los vinos dulces y/o cosechas tardías ya no se logra interrumpiendo la fermentación de las uvas sino que se obtiene deforma natural, decidiendo cuál es el tiempo oportuno para cosechar las uvas destinadas a su producción. 

En Argentina se elaboran interesantes y muy diferentes vinos dulces, la mayoría con uvas blancas aromáticas como la Torrontés, Gewürztraminer y Riesling.

Son ideales para acompañar quesos fuertes, como el queso azul, y postres, por lo tanto pueden consumirse tanto al principio como al final de la comida. En cuanto a la temperatura ideal para tomarlos dependerá de cada vino, pero siempre se los bebe fríos, generalmente entre los 7 y los 12 grados.

¿Lo han probado ya? ¿Qué les pareció? Cuéntennos sus experiencias con esta variedad.