miércoles, 6 de agosto de 2014

LA TRUCHA



“…Por lo menos hoy estás
con la trucha bien cuidada,
te empilchás bastante armada,
y regular lo demás…”


(“El Raje” - Juan D'Arienzo / Héctor Varela)



Yo me he preguntado muchas veces -y seguro que ustedes también se lo habrán preguntado- por qué en el lunfardo rioplatense, desde hace muchísimo tiempo, se le ha llamado “trucha” al rostro de las personas. Supongo que será porque los peces suelen ser “carones”, de grandes ojos y boca, no? 

Y hablando de trucha, ¿qué sabemos de este sabroso animalito de los ríos? Pez apreciado por su carne y afamado entre los pescadores deportivos.

La trucha es un pescado semigraso, que aporta alrededor de 3 gramos de grasa por 100 gramos de carne. Contiene proteínas así como vitaminas y minerales. Es fuente de potasio y fósforo, moderada en sodio y aporta magnesio, hierro y cinc.

Para los que no lo saben, les cuento que existen varias clases de truchas. A saber: 
               la “Trucha de arroyo” (especie de gran belleza y voracidad. Es marrón verdosa, por momentos iridiscente. Por su carne rosada, mereció el bautismo de trucha salmonada y la denominación de salmón. Se la encuentra en aguas frías y bien oxigenadas, como las de ambientes precordilleranos y cordilleranos);
           la “Trucha Arco Iris” (de color vistoso, en la mitad de sus laterales tiene una franja longitudinal roja púrpura o rojiza. Es posible encontrarla en casi todos los ríos y lagos de la provincia de Neuquén, siendo muy codiciada por los pescadores por su combatividad y tamaño, ya que puede superar los 10 kg en ambientes lacustres);
           la “Trucha Marrón” (de color marrón, tiene manchas repartidas en su cuerpo. Se la encuentra en ambientes poco accesibles);
             la “Perca” (presenta una sola aleta dorsal con los primeros radios transformados en espinas fuertes y punzantes).

Los vinos que mejor maridan con los pescados magros –como la perca- son los vinos blancos ligeros, frescos, algunos más verdes y otros más untuosos, pero de buena acidez, ya que equilibran y potencian el sabor suave y delicado de este tipo de pescado. Así entonces, van perfectos con un Chardonnay, un Sauvignon Blanc, un Riesling, etc.

Los vinos que maridan mejor con el pescado de textura media –como la trucha común y la salmonada- son los vinos blancos de capa media más frutales (fruta de hueso o blanca) y aromáticos o de capa alta más untuosos como los envejecidos menos de 6 meses en barrica de roble. Pueden ir acompañados también de un vino tinto joven de paso ligero o de un vino rosado fresco y cítrico. Es decir que son ideales el Torrontés, el Chardonnay de barrica, el Sauvignon Blanc de barrica, el Chenin Blanc, el Merlot, el Shiraz, el Cabernet Sauvignon, el Pinot Noir, el Moscatel, el Garnacha.

Desde Elementi Gourmet les proponemos darse un gusto con esta conserva de trucha ahumada en aceite, y disfrutarla sin tener que moverse de sus casas! 
http://www.elementigourmet.com.ar/productos-prodotti/caza-y-pesca-caccia-e-pesca/trucha-en-escabeche/
                                                       Trucha Ahumada en Aceite

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